La organización internacional sin ánimo de lucro Good Food Institute Europe (GFI) afirma que las proteínas alt podrían ayudar a alcanzar los objetivos del Plan de Mejora Medioambiental 2023 del Reino Unido.
Recientemente publicado por el gobierno británico, el documento ofrece un completo plan de ejecución del planteamiento gubernamental para «detener y luego invertir el declive de la naturaleza».
¿Un declive de la naturaleza?
Según los científicos, la humanidad se enfrenta a una rápida pérdida de biodiversidad que se ha convertido en una crisis, con una tasa mundial de extinción de especies entre decenas y cientos de veces superior a la media de los últimos 10 millones de años.
En la Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Naturaleza COP15, celebrada en diciembre de 2022, las naciones, incluido el Reino Unido, adoptaron un nuevo y ambicioso acuerdo mundial para proteger la biodiversidad (similar al Acuerdo de París), para conservar y gestionar al menos el 30 por ciento de las tierras, las aguas continentales, las zonas costeras y los océanos del mundo.

Todos los compromisos posibles menos uno
El nuevo Plan de Mejora Medioambiental del Reino Unido respalda el acuerdo de la COP15 para proteger la biodiversidad a nivel nacional y establece un marco claro para garantizar los avances.
Desde un fondo multimillonario para la supervivencia de especies hasta el apoyo a prácticas agrícolas respetuosas con la naturaleza, pasando por la restauración de ríos y la minimización de residuos, el plan contempla todos los compromisos posibles menos uno: cambiar la producción de carne y lácteos.
Linus Pardoe, responsable de políticas en el Reino Unido de GFI Europa, declaró: «Es estupendo que el Gobierno anuncie un ambicioso plan para invertir el declive de la biodiversidad mediante la creación de nuevos hábitats silvestres e incentivando a los agricultores para que adopten prácticas respetuosas con la naturaleza, pero no podemos hacer sitio para ello sin cambiar nuestra forma de producir carne.»

Agricultura animal y pérdida de biodiversidad
Según el GFI, la ganadería ocupa alrededor de dos tercios de la tierra del Reino Unido.
Según el GFI Europe, cambiar la forma en que producimos la carne aumentará la biodiversidad y creará hábitats más respetuosos con la vida salvaje, ya que liberará la tierra utilizada por la ganadería y la devolverá a la naturaleza.
Además, el 85% de la huella terrestre total del Reino Unido está asociada a productos animales, utilizados principalmente para la producción de alimentos, pero los productos animales sólo aportan el 48% del total de proteínas y el 32% del total de calorías.

Carne, lácteos y pérdida de biodiversidad
Según un reciente informe del grupo de reflexión independiente Alianza Verde, una reducción del 45% de la carne y los lácteos convencionales en el Reino Unido aumentaría las poblaciones de animales salvajes en más de un 80% de aquí a 2050.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el 37% de la superficie mundial libre de hielo se destina a pastos para la ganadería, una proporción mayor que cualquier otro uso del suelo.
Otras investigaciones muestran que diversificar nuestro suministro de proteínas podría liberar 640 millones de hectáreas de tierra, una superficie mayor que la selva amazónica.

Diversificar la producción de proteínas
Mientras tanto, el cultivo de plantas para producir proteínas sostenibles presenta nuevas oportunidades para los agricultores británicos.
Según el GFI Europe, la carne de origen vegetal utiliza hasta un 93% menos de tierra que la carne convencional. Además, la carne cultivada podría requerir hasta un 95% menos de tierra, y la sustitución del 20% de la carne de vacuno mundial por carne derivada de la fermentación podría reducir a la mitad la deforestación mundial.
«Necesitamos un cambio hacia la carne de origen vegetal y cultivada, que utiliza mucha menos tierra y puede ayudar a satisfacer la creciente demanda de carne al tiempo que crea espacio para la naturaleza. El gobierno debe adoptar políticas como el apoyo a los agricultores para que cultiven proteaginosas como los guisantes y altramuces británicos, ayudando a los agricultores a aprovechar las oportunidades que ofrece la creciente industria de las proteínas sostenibles», concluye Pardoe.