A medida que más estudios confirman los beneficios climáticos de las dietas basadas en plantas, los nuevos datos sugieren que si todo el mundo optara por una dieta basada en plantas, la agricultura necesitaría solamente una cuarta parte de la tierra que utiliza actualmente.
Quizá sea más útil señalar que una reducción del 50% de la carne supondría un 20% menos de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la mitad de la tierra habitable se emplea actualmente para la agricultura. De esa tierra, aproximadamente el 80% se dedica a pastos o cultivos para la alimentación animal. Esta cifra tan sorprendente procede de un extenso meta-análisis de los sistemas alimentarios mundiales realizado por Joseph Poore y Thomas Nemecek.
La paradoja de las proteínas
Está demostrado que la agricultura animal no solo es increíblemente ineficiente desde el punto de vista nutricional -la carne de vacuno aporta alrededor del 5% de las calorías que requiere su producción-, sino que también es destructiva e insostenible desde el punto de vista medioambiental.
Un estudio reciente de la Universidad de Oxford ha demostrado que seguir una dieta vegana podría reducir la huella de carbono hasta en un 73%.
La gran cantidad de tierra que se necesita para la ganadería es un problema enorme. Por ejemplo, los datos muestran que sólo el 6% de la soja producida en el mundo es consumida por los humanos en alimentos como el tofu o la leche de soja. La mayor parte se cultiva como pienso, y la carne de vacuno emite 31 veces más CO₂ por caloría que el tofu. El problema se agrava a medida que aumenta la población humana que depende de este sistema alimentario fallido, con lo que también aumenta la necesidad de tierra y recursos de la agricultura animal.
Este sistema alimentario ineficaz conduce inevitablemente a la deforestación, la pérdida de hábitat y el desastre medioambiental. El cambio a la alimentación basada en plantas puede mantener a una población mundial creciente, así como liberar vastas extensiones de tierra para la repoblación forestal, impulsando la biodiversidad y proporcionando un secuestro de carbono esencial.
La reducción del 50% de la carne cambiaría el futuro de la Tierra
Aunque es poco probable que veamos un mundo totalmente vegano en un futuro próximo, el estudio de Poore y Nemecek también muestra que una reducción del 50% de los productos animales dirigida a los productores de mayor impacto seguiría suponiendo una reducción del 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Esta reducción podría cambiar el futuro de la vida en la Tierra tal y como la conocemos.
