La empresa francesa Fenics produce zapatillas veganas inspiradas en los años ochenta con la mitad de la huella de carbono que otras marcas del mercado.
Además, estas zapatillas consumen la mitad de agua y energía que las convencionales. Esto se debe en gran medida a los materiales sostenibles utilizados en su construcción.
La parte exterior de las zapatillas está hecha de fibras de manzana, mientras que el forro interior es de algodón y la plantilla es de poliuretano reciclado. La suela exterior contiene una combinación de caucho natural y sintético.
Los zapatos se fabrican en un taller artesanal de España que funciona con energía renovable. Cuando se desgastan, pueden devolverse a Fenics y reciclarse parcialmente a cambio de un crédito de 20 euros. Para mantener su huella de carbono baja, los zapatos sólo están disponibles para su entrega en las áreas metropolitanas de Francia, Bélgica, Mónaco y Andorra.
Zapatillas sostenibles
A medida que aumenta la preocupación por el medio ambiente, muchas marcas recurren a métodos nuevos e innovadores para hacer sus zapatillas más sostenibles. Entre los materiales utilizados se encuentran desde los posos del café y el maíz hasta el plástico de origen vegetal y el cuero de manzana.
Aunque algunas de estas innovaciones proceden de marcas nuevas, otras ya establecidas, como Adidas y Reebok, también están trabajando para reducir su huella de carbono, lanzando en muchos casos versiones veganas y ecológicas de sus diseños de calzado clásicos.
El mercado del calzado vegano tiene actualmente un valor de 42.180 millones de dólares, y se prevé que alcance los 76.300 millones de dólares en 2030.
