Una investigación realizada por ProVeg International en 11 países ha descubierto que las alternativas cárnicas de origen vegetal tienen un perfil nutricional global mejor que la carne convencional, mientras que las alternativas lácteas tienen propiedades nutricionales similares a la leche de vaca.
El estudio, cuyos resultados se han recogido en un informe, evaluó 422 alternativas a la carne y 251 alternativas a la leche en Alemania, Bélgica, Chequia, España, Estados Unidos, Italia, Malasia, Países Bajos, Polonia, Reino Unido y Sudáfrica. La puntuación se basó en directrices reconocidas internacionalmente: el modelo de perfil nutricional (NPM) de la OMS, el Centro de Nutrición de los Países Bajos y la legislación sobre declaraciones nutricionales de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Se comprobó que las alternativas a la carne tenían menos grasas saturadas y mucha más fibra que la carne animal, mientras que las alternativas a la leche contenían menos grasas totales y menos grasas saturadas que la leche de vaca. En todos los países, la leche de soja obtuvo resultados especialmente buenos y la mayoría de las alternativas lácteas eran bajas en azúcar. Además, la mayoría de las leches vegetales contenían niveles de calcio comparables a los de la leche convencional gracias a su enriquecimiento.
Puntos fuertes y limitaciones
A partir de los resultados, el informe hace varias recomendaciones clave. Se aconseja a los productores que limiten el contenido de sal y azúcar y enriquezcan sus alimentos vegetales con micronutrientes. A los minoristas se les pide que se aseguren de que los productos vegetales no sean más caros que los animales, mientras que a los gobiernos se les insta a proporcionar directrices nacionales sobre alternativas vegetales para ayudar al desarrollo de productos sanos y sostenibles.
Para los consumidores, el informe sugiere una dieta más rica en plantas, consciente de los puntos fuertes y las limitaciones de las alternativas a la carne y la leche. A la hora de comprar estos productos, los consumidores deben elegir los que tengan menos azúcares añadidos, grasas saturadas y sal.
Mientras tanto, se pide a los investigadores que estudien factores como los efectos a largo plazo sobre la salud de las alternativas vegetales, el papel del enriquecimiento y las técnicas de reducción de la sal.
Mejora de la oferta de productos de origen vegetal
Numerosas investigaciones avalan ahora los beneficios para la salud de las alternativas de origen vegetal. Un informe publicado a principios de este año concluía que, aunque las proteínas menos procesadas, como las legumbres y el tofu, son las opciones más saludables, las alternativas cárnicas de «nueva generación» siguen conteniendo menos calorías, menos grasas saturadas y más fibra que la carne convencional por término medio.
Un estudio anterior de ProVeg de 2023 también concluyó que las alternativas a la carne son a menudo una opción más saludable que la carne animal, con el potencial de reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el estilo de vida. Sin embargo, la investigación señala que existe una variación significativa entre marcas y productos, por lo que es importante comprobar criterios como el contenido de sal.
«Seguir consumiendo altos niveles de alimentos de origen animal tiene un impacto cada vez mayor en la crisis climática y en nuestra salud», afirma Valentina Gallani, Directora de Salud y Nutrición de ProVeg y autora principal del informe. «Por eso es esencial que los países adopten cuanto antes dietas más basadas en plantas. Nuestro informe destaca los puntos fuertes y las limitaciones actuales de los productos vegetales, lo que permitirá a las partes interesadas, como la industria y los gobiernos, seguir mejorando la oferta de productos vegetales en los supermercados de sus países». El cambio a una alimentación más rica en plantas es una forma demostrada de reducir las enfermedades relacionadas con el estilo de vida y ayudar a combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad”.
