Estudios y Números

Las dietas veganas reducen las emisiones un 75%, según el «estudio más detallado hasta la fecha»

Un nuevo estudio británico ha evaluado el impacto ambiental de las dietas ricas en carne, pobres en carne, vegetarianas y veganas, demostrando de forma concluyente que evitar los productos animales tiene importantes beneficios para el planeta.

El estudio, descrito como la investigación más detallada de este tipo jamás realizada, analizó los hábitos alimentarios reales de 55.000 personas, en lugar de utilizar dietas modelo como en muchos informes anteriores. Se descubrió que las dietas bajas en carne emiten la mitad de emisiones y utilizan la mitad de tierra que las dietas ricas en carne, mientras que la adopción de una dieta vegana puede reducir estas cifras a la mitad de nuevo, lo que supone una reducción total del 75%.

Las dietas vegetales también reducen el consumo de agua en un 54%, la destrucción de la fauna en un 66% y la producción de metano en un 93%. En conjunto, la investigación concluyó que si todos los habitantes del Reino Unido comieran menos carne, la reducción de emisiones resultante equivaldría a retirar ocho millones de coches de la circulación.

Además, el estudio concluyó que el impacto ambiental de un alimento depende sobre todo de su tipo, más que de dónde o cómo se ha producido. Por ejemplo, es probable que la carne ecológica y de producción local tenga un impacto mayor que los cereales importados.

Imagen cortesía de Ivy Farm
Imagen cortesía de Ivy Farm

«Una gran diferencia»

La industria cárnica británica ha intentado rebatir los resultados alegando que el carbono se secuestra en las tierras de cultivo. Sin embargo, el autor del estudio, el profesor Peter Scarborough, de la Universidad de Oxford, afirmó que se ha demostrado que este efecto es muy pequeño, y que la reforestación de antiguas tierras de cultivo tiene un impacto positivo mucho mayor.

La nueva investigación respalda los resultados de estudios anteriores realizados por la Universidad de Oxford, en un trabajo de 2019 en el que se concluía que evitar los productos de origen animal podía reducir la huella de carbono de una persona en un 73%. Otro estudio del año siguiente encontró que las emisiones de la industria alimentaria harían imposible limitar el calentamiento global a 1,5 o incluso 2 ° C si no se cambia nada.

«Nuestras elecciones alimentarias tienen un gran impacto en el planeta. Reducir la cantidad de carne y productos lácteos en nuestra dieta puede suponer una gran diferencia en nuestra huella alimentaria», declaró el profesor Scarborough a The Guardian.

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