Ante la necesidad de que los sistemas alimentarios y las dietas se ajusten a los objetivos mundiales en materia de medio ambiente y salud, las alternativas de origen vegetal que imitan a los productos animales ofrecen una opción cómoda para los consumidores. Pero, ¿cuáles son los beneficios reales de estas alternativas?
Un estudio reciente realizado por investigadores de la London School of Hygiene and Tropical Medicine (LSHTM) y publicado en Nutrition Reviews ha descubierto que muchas alternativas vegetales a la carne y los lácteos pueden ser más sanas, más ricas en nutrientes y tener un impacto neto nulo en el medio ambiente a diferencia de los alimentos de origen animal.
Los investigadores revisaron más de 90 estudios e informes publicados en los últimos siete años para evaluar los beneficios de las nuevas alternativas alimentarias basadas en plantas (NPBF) en países de renta alta con seguridad alimentaria, donde el consumo de carne y lácteos tiende a ser muy elevado.
«Hasta donde sabemos, ésta es la primera revisión sistemática que evalúa las pruebas publicadas en la literatura revisada por pares y en la literatura gris de estudios que evaluaron los nutrientes y los impactos o beneficios para la salud y el medio ambiente de los NPBF», afirman los autores.
Mucha fibra y poca grasa
En cuanto a la nutrición, los investigadores descubrieron que las alternativas vegetales suelen ofrecer más fibra y menos grasas saturadas y calorías que los alimentos de origen animal, lo que coincide con las recomendaciones dietéticas. Además, descubrieron que los productos enriquecidos con micronutrientes pueden ser nutricionalmente comparables a los alimentos de origen animal.
Los investigadores sugieren que distinguir entre alternativas vegetales ultraprocesadas y menos procesadas es crucial a la hora de evaluar los efectos sobre los nutrientes y la salud. Alertan de que no todos los productos son idénticos porque los perfiles nutricionales varían en función de los métodos de elaboración y los ingredientes primarios.
Salud individual y planetaria
En cuanto a la salud, identificaron lagunas en la investigación sobre los efectos para la salud de las alternativas de origen vegetal, como los yogures, el queso, los huevos y otras bebidas de origen vegetal, y señalaron la necesidad de seguir investigando sobre los efectos para la salud de los alimentos de origen vegetal.
Sin embargo, aunque los alimentos integrales de origen vegetal siguen siendo la primera opción por motivos de salud, encontraron pruebas de los efectos positivos para la salud de la carne de origen vegetal y del riesgo de prevenir enfermedades no transmisibles, como las cardiopatías, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes.
Desde una perspectiva medioambiental, los alimentos de origen vegetal suelen dejar una huella menor que los productos de origen animal. Según los investigadores, las pruebas revisadas muestran que las alternativas vegetales a la carne, el queso, los huevos y el yogur emiten menos gases de efecto invernadero (94,3%) y tienen un menor uso de recursos hídricos (92,6% ) y de suelo (89,5%). Sin embargo, sugieren que es esencial interpretar cuidadosamente los resultados numéricos exactos de estas comparaciones y considerar una amplia gama de categorías de impacto ambiental en la evaluación del ciclo de vida.
Un peldaño en el proceso
En las conclusiones, los investigadores abogan por un etiquetado más transparente para ayudar a los consumidores a elegir con más conocimiento de causa y por una normativa sobre normas alimentarias que facilite la adopción. También sugieren abordar las barreras comunes a la adopción de alternativas basadas en plantas, como las habilidades culinarias, los cambios de sabor y apariencia, y el estigma social, lo que podría ayudar a impulsar la transición a dietas basadas en plantas.
El estudio afirma: «Aunque los alimentos integrales PB siguen siendo la opción preferida por motivos de salud, algunos NPBF tienen potencial para ser un peldaño útil en el proceso de transformación del sistema alimentario y la dieta, funcionando como una alternativa saludable y respetuosa con el medio ambiente a los ABF, si se seleccionan cuidadosamente.»