A medida que los alimentos plant-based llegan a más platos, los consumidores se plantean preguntas cruciales: ¿son estas alternativas tan nutritivas como la carne y los productos lácteos tradicionales, y son saludables? El último estudio de ProVeg International analiza en profundidad los perfiles nutricionales de 422 alternativas a la carne y 251 productos lácteos vegetales en 11 países, comparándolos con sus homólogos de origen animal.
Los resultados revelan un panorama complejo pero alentador. Por término medio, las alternativas a la carne de origen vegetal tienen una calidad nutricional superior a la carne de origen animal, con niveles significativamente más bajos de grasas saturadas y mucha más fibra.
Las alternativas cárnicas vegetales también contienen buenas cantidades de proteínas, un nutriente que a menudo se cuestiona. También destaca la leche de origen vegetal, con menores niveles de grasa y azúcar en comparación con la leche de vaca, al tiempo que ofrece un contenido similar de calcio en los productos enriquecidos.
Variaciones regionales
Sin embargo, existen variaciones regionales, con los productos vegetales holandeses a la cabeza en valor nutricional y otros rezagados debido a la falta de enriquecimiento o al alto contenido en sal. Por ejemplo, los productos de los Países Bajos obtuvieron una puntuación media de 6,70 puntos sobre 8, lo que indica que las alternativas cárnicas vegetales en el mercado holandés tienen un alto valor nutricional. En cambio, los productos de Malasia obtuvieron 4,12 puntos.
Estas disparidades ponen de manifiesto que las normativas regionales, las preferencias de los consumidores y la madurez del mercado desempeñan un papel fundamental en la calidad de los productos, y que existen oportunidades de mejora. También es importante señalar aquí que los productos cárnicos de origen animal (de cualquier subcategoría) nunca superaron la puntuación de 6.
Curiosamente, el estudio también destaca qué subcategorías de alternativas cárnicas están a la cabeza en valor nutricional. Productos como el bacon vegetal y los nuggets superan sistemáticamente a las versiones de origen animal desde el punto de vista nutricional, mientras que la categoría del schnitzel tiene dificultades para igualar a su homólogo tradicional en la mayoría de los mercados. Esto subraya la necesidad de que los productores perfeccionen las fórmulas, reduzcan la sal y enriquezcan con micronutrientes clave como la vitamina B12 y el hierro.
Cerrar la brecha
A pesar de los avances, los alimentos de origen vegetal requieren nuevas mejoras. El alto contenido en sal sigue siendo un problema en muchos países, y las restricciones normativas sobre el enriquecimiento de los productos ecológicos crean obstáculos adicionales. Sin embargo, el potencial de estas alternativas para apoyar dietas más sanas y sostenibles es evidente. Con mejoras estratégicas, podrían salvar la brecha entre los hábitos alimentarios centrados en la salud y los preocupados por el clima.
¿Quiere saber más sobre las diferencias entre países y productos? Visite el New Food Hub para obtener un resumen del informe de acceso rápido y recomendaciones prácticas que podrían dar forma al futuro de la alimentación basada en plantas.
