El Gobierno checo prepara una enmienda que impedirá a los productores de productos vegetales utilizar términos como «escalope de setas», «salchicha de soja» o «hamburguesa de judías».
La enmienda se ha propuesto aparentemente para proteger a los consumidores, pero ProVeg Czechia sostiene que tendrá el efecto contrario. Según la organización, la legislación propuesta confundirá a los compradores y perjudicará a las empresas de productos vegetales.
ProVeg afirma que la enmienda pretende proteger a la industria cárnica y no a los consumidores, y que perturbará la competencia leal. Los resultados de una encuesta de YouGov encargada por ProVeg Czechia confirman que la mayoría de los consumidores están a favor del uso de términos similares a carne para los alimentos de origen vegetal; 7 de cada 10 encuestados apoyan que se sigan utilizando nombres como «salchicha de soja» y «schnitzel vegano», mientras que 8 de cada 10 entienden que las salchichas de soja no contienen carne.

Impacto económico significativo
ProVeg Czechia no ha encontrado pruebas de quejas de los consumidores ante la Autoridad Estatal de Inspección Agrícola y Alimentaria en relación con el etiquetado de los productos vegetales. La organización argumenta que la legislación europea ya ofrece a los consumidores protección contra el etiquetado engañoso, por lo que no son necesarias más restricciones.
El Ministerio de Agricultura checo ha sido criticado por no haber llevado a cabo una evaluación del impacto normativo (EIR) de la enmienda, que es necesaria para las normativas con repercusiones potencialmente significativas. El Ministerio afirma que los cambios propuestos no tendrán un impacto negativo en el entorno empresarial, pero ProVeg afirma que habrá un alto impacto económico para las empresas basadas en plantas, así como para los establecimientos de servicios de alimentos que tendrán que cambiar los nombres de los platos en los menús y materiales promocionales.
Por estas razones, ProVeg Czechia ha pedido al Ministerio de Agricultura que abandone la enmienda, lanzando una campaña llamada Sójovým párkem proti cenzuře (Salchicha de soja contra la censura). Se invita a los consumidores checos, los productores, los minoristas y el sector HoReCa a expresar su apoyo firmando una petición contra la legislación.

«En octubre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que los Estados miembros de la UE (entre los que se encuentra la República Checa) no pueden prohibir el uso de «términos tradicionalmente asociados a productos animales» para las alternativas vegetales, siempre que los ingredientes aparezcan claramente en las etiquetas. La sentencia pone fin al intento de Francia de prohibir el uso de términos similares a la carne en los alimentos de origen vegetal.
La propuesta de enmienda es un tanto sorprendente, ya que el gobierno checo ha apoyado anteriormente los alimentos de origen vegetal; el año pasado, la Cámara de Diputados organizó un seminario para debatir el avance de las fuentes alternativas de proteínas.
«Nos preocupa que el Ministerio de Agricultura se suba al carro del lobby animalista y prepare un decreto que perjudicará a las empresas alimentarias checas», declaró Martin Ranninger, codirector de ProVeg Czechia. «Este decreto está en contradicción directa con la declaración programática del gobierno, que promete reducir la carga burocrática para empresas y comerciantes. No podemos tolerar que se prioricen los intereses de la industria animal a expensas de alternativas vegetales innovadoras y sostenibles”.