Nature’s Fynd, con sede en Chicago, anuncia nuevas ampliaciones de la distribución al por menor de sus productos cárnicos y lácteos elaborados con proteínas fermentadas a partir de hongos.
Tras su lanzamiento regional hace un año, las Nature’s Fynd Meatless Original Breakfast Patties estarán ahora en las estanterías de 400 tiendas Whole Foods Markets de todo Estados Unidos.
Además, el queso crema sin lácteos de la empresa, en los sabores Original y Cebollino y Cebolla, se lanzará en todas las tiendas Fresh Thyme Market, un minorista especializado con 70 tiendas en diez estados del Medio Oeste.
La vanguardia de la proteína alt
Nature’s Fynd ha recaudado 500 millones de dólares hasta la fecha, incluida una subvención de 4,76 millones de dólares de la Fundación Bill y Melinda Gates.
A la vanguardia de la revolución tecnológica de las proteínas alternativas, Nature’s Fynd produce proteínas de hongos fermentados a partir de un microbio originario de las fuentes geotérmicas del Parque Nacional de Yellowstone, descubierto por científicos financiados por la NASA.
La cartera de productos de la empresa incluye hamburguesas de desayuno sin carne en sabores original y arce y queso crema sin lácteos, original y cebollino y cebolla. El queso crema Nature’s se lanzó en los Sprouts Farmers Markets de EE. UU. en octubre de 2022.
Proteína Fy
Mediante una tecnología de fermentación patentada, Nature’s Fynd cultiva su microorganismo descubierto hasta convertirlo en una proteína nutritiva de hongos llamada Fy. La utiliza como ingrediente completo (no como aislado ni concentrado) para elaborar sus productos cárnicos y lácteos alternativos.
«Fy es una proteína vegana completa y realmente una potencia nutricional. Contiene los nueve aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales, y es una buena fuente de fibra, incluidos los betaglucanos y la fibra prebiótica, que se sabe que favorecen la salud inmunitaria y digestiva», explica Karuna Rawal, CMO de Nature’s Fynd.
Nature’s Fynd afirma que Fy es más digerible que otras proteínas vegetales, como los guisantes y los cacahuetes. Con el doble de proteínas que los guisantes crudos y un 50% más que el tofu, ofrece un sabor neutro y una textura natural, lo que la hace ideal para crear alimentos sabrosos, sin carne o sin lácteos. Además, Fy crece sin antibióticos, hormonas ni pesticidas y no es transgénico.
La empresa, que opera en una planta de fabricación a escala piloto en Chicago, tiene una capacidad de producción limitada para hacer frente a la creciente demanda, informa Food Navigator. En 2021, la empresa anunció la construcción de unas instalaciones mayores, pero retrasó los planes para mediados de 2023.
Nature’s Fynd recibió una carta sin preguntas de la FDA en respuesta a su determinación de seguridad GRAS para su ingrediente de hongos FY en marzo de 2021.
Utilización de menos recursos
Además, según la empresa, un análisis del ciclo de vida sugirió que la proteína Fy emite aproximadamente un 99% menos de gases de efecto invernadero y utiliza un 99% menos de tierra y un 87% menos de agua, sin emisiones de metano y con un mínimo de residuos.
En colaboración con la NASA, la empresa lanzó un biorreactor de proteínas a bordo del SpaceX-25 en ruta hacia la Estación Espacial Internacional en julio de 2022. La misión buscaba desarrollar nuevas fuentes ricas en proteínas con menos recursos para alimentar a los futuros exploradores espaciales.
Cambiar el sistema alimentario
El año pasado, Nature’s Fynd anunció que el restaurante Le Bernardin, galardonado con tres estrellas Michelin, utilizaba FY en dos postres «deliciosos»: la Flor de calabaza rellena de Fy con sorbete de mora y el Sorbete de albaricoque, helado de manzanilla.
«Acostúmbrense a ver nuestra proteína basada en hongos apareciendo en más lugares porque Fy realmente puede hacerlo todo», dijo la empresa en sus redes sociales.
El pasado noviembre, Nature’s Fynd se unió a un impresionante elenco de fabricantes de proteínas de hongos de todo el planeta para formar un nuevo organismo comercial, la Fungi Protein Association (FPA). La FPA representará los intereses de sus empresas miembros, lo que incluye la defensa de los hongos como proteína sostenible en las políticas públicas y la realización de estudios sobre los consumidores.
«Sabemos que cambiar el sistema alimentario es un trabajo duro y exige soluciones innovadoras, pero sabemos que cambiar nuestra forma de comer es algo que cada uno de nosotros puede hacer para mitigar el impacto del cambio climático. Y hay millones de personas ahí fuera, especialmente nuestros principales consumidores, a los que llamamos «defensores optimistas», que buscan formas de influir positivamente en el planeta porque entienden la conexión entre los alimentos que todos comemos y el cambio climático», afirmó Karuna Rawal.
