Un consorcio británico dirigido por upp, especialista en recolección y proteínas del brócoli, ha recibido una subvención de 800.000 libras del gobierno británico para un proyecto destinado a acelerar el desarrollo de proteínas de bajo coste, bajo impacto y alto valor nutritivo a partir de brócoli reciclado.
[perfectpullquote align=»full» bordertop=»false» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]»La demanda mundial de proteínas vegetales está creciendo significativamente»[/perfectpullquote]
En colaboración con el Instituto James Hutton y el Centro Agri-EPI, el proyecto SusProt se centra en el 80% de la biomasa del cultivo de brócoli actualmente sin cosechar, como el tallo y el tallo, para extraer proteínas e ingredientes para alimentos de origen vegetal.
El Departamento de Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA) y el Instituto de Investigación e Innovación del Reino Unido (UKRI) seleccionaron el proyecto del consorcio en el marco del concurso Transforming Food Production Challenge del UKRI.

Alimentos sostenibles a partir de residuos
David Whitewood, cofundador y consejero delegado de upp, comentó: «Estamos encantados de haber obtenido esta subvención y de trabajar con algunos de los mejores equipos de AgriFoodTech del Reino Unido para llevar a cabo este proyecto. La demanda mundial de proteínas vegetales está creciendo significativamente, impulsada por una fuerte demanda de los consumidores de una nutrición más saludable y alimentos sostenibles.»
El proyecto SusProt aborda dos de los retos más importantes de la agricultura: reducir el desperdicio de cultivos y descarbonizar el suministro de proteínas.
[perfectpullquote align=»full» bordertop=»false» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]»Los residuos de brócoli son tan nutritivos y saludables como las cabezas de brócoli que compramos en el supermercado»[/perfectpullquote]
Las cifras del DEFRA muestran que en el Reino Unido se desperdician 600.000 toneladas de biomasa de brócoli, incluidas las feas cabezas que no cumplen las estrictas normas de los supermercados. Además, la proteína del brécol es cuatro veces menos intensiva en carbono que la del guisante y tiene menos impacto ecológico y social que la de la soja, la planta más utilizada para producir proteínas.
«Los residuos de brócoli son tan nutritivos y saludables como las cabezas de brócoli que compramos en el supermercado; este proyecto pretende garantizar que el brócoli deje de ‘crecer para desperdiciarse'», añade Whitewood.

Todo el mundo gana
Upcycled Plant Power (upp) fue fundada en 2022 por David Whitewood, Martin Stace y el destacado agricultor ecológico Pollybell Farms para producir ingredientes a partir de residuos de cultivos.
La empresa ha desarrollado una tecnología única para cosechar brócoli que utiliza cámaras y aprendizaje automático para detectar cuándo las plantas están listas para la cosecha. A continuación, una herramienta remolcada por un tractor, que puede sustituir a siete trabajadores, cosecha la planta y separa la cabeza.
En enero, UPP recibió 500 000 £ de financiación de Elbow Beach Capital para seguir desarrollando su tecnología de cosecha de brócoli basada en inteligencia artificial.

El prestigioso Instituto James Hutton, a menudo llamado el MIT de la Agrotecnología, aportará su experiencia en valorización de cultivos, fitoquímica, alimentación y nutrición. El Centro Agri-EPI, creado en el marco de la Estrategia Agri-Tech del gobierno británico, proporcionará análisis del ciclo de vida y de sostenibilidad, incluidos el agua, el uso de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero, y ofrecerá beneficios medioambientales basados en pruebas.
El consorcio SusProt trabaja ya con las principales empresas alimentarias Samworth Brothers, Innocent Drinks y Lees of Scotland. Estas empresas probarán y evaluarán las proteínas y otros extractos para utilizarlos en sus productos.
El profesor Derek Stewart, director del Centro Avanzado de Crecimiento Vegetal del Instituto James Hutton, comentó: «Existen pruebas convincentes de que el consumo de brásicas como el brécol se asocia a un menor riesgo de padecer la principal enfermedad degenerativa.
«Fortificar los alimentos con proteínas e ingredientes limpios procedentes de residuos de cultivos es una victoria fácil para agricultores, productores de alimentos y usuarios finales, y este proyecto debería ayudar a conseguirla».
El proyecto finalizará en diciembre del año que viene y evaluará la posibilidad de ampliarlo a otros cultivos primarios no utilizados.