Tras la evaluación del TRIS, la Comisión Europea ha considerado que la prohibición húngara de la carne cultivada es «injustificada» y potencialmente perjudicial para el mercado único europeo, informa el Good Food Institute.
Según la Comisión, la prohibición podría perturbar el procedimiento armonizado de autorización de nuevos alimentos a escala de la UE, que implica la evaluación científica por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). La Comisión y algunos Estados miembros también destacaron que Hungría no había aportado pruebas contra la carne cultivada para apoyar la prohibición.
Hungría propuso la prohibición de la carne cultivada el pasado mes de julio; el procedimiento TRIS impide a los parlamentos nacionales aprobar proyectos de ley que puedan afectar al mercado único europeo sin consultar a otros Estados miembros y a la Comisión. La evaluación de la prohibición propuesta por Hungría subraya la importancia del examen europeo para garantizar que la legislación de los Estados miembros se ajusta a la normativa y las normas de mercado de la UE.
La Comisión también ha recordado a Hungría que, tras el dictamen recibido sobre el proyecto de ley, está obligada a responder oficialmente a las cuestiones planteadas en los plazos establecidos por el procedimiento.
El caso de Italia
En el caso de Italia, que prohibió la carne cultivada el año pasado, el gobierno aprobó las leyes sin completar el proceso TRIS, violando las leyes del procedimiento, lo que detuvo una posible evaluación.
«Ambas prohibiciones carecen de fundamento, al no estar basadas en pruebas científicas»
Francesca Gallelli, responsable de Relaciones Institucionales del Good Food Institute Europe, comentó: «La propuesta húngara choca con los principios de la legislación europea, al igual que habría ocurrido con la italiana si hubiera respetado el procedimiento TRIS. Ambas prohibiciones carecen de fundamento, al no estar basadas en pruebas científicas, sobre todo si se tiene en cuenta que la carne cultivada aún no está disponible para los consumidores europeos.»
«La ley italiana también es potencialmente inaplicable, ya que fue notificada a la Unión Europea después de ser aprobada, violando el procedimiento TRIS».
Opiniones de los Estados miembros
Suecia, Lituania, los Países Bajos y la República Checa se opusieron a la propuesta húngara y emitieron sus dictámenes.
Según The Good Food Institute, Suecia declaró que Hungría no presentó una evaluación de los riesgos que plantea la carne cultivada ni demostró que pueda plantear riesgos para la salud humana o el medio ambiente.
Los Países Bajos recordaron que los productos comercializados legalmente en otro Estado miembro no deben estar sujetos a restricciones arbitrarias, y destacaron la rigurosa evaluación europea de la seguridad alimentaria para innovaciones como la carne cultivada.
Por su parte, Lituania y la República Checa también señalaron que la prohibición propuesta constituiría un obstáculo a la libre circulación de mercancías en el mercado único de la UE y sería contraria a los principios del libre comercio. Lituania añadió que la UE debe seguir siendo competitiva en el desarrollo de estas tecnologías y establecer las condiciones para la regulación y las normas a nivel mundial.
¿Qué opinan los consumidores?
Una nueva encuesta sobre las actitudes hacia la carne cultivada en Europa, encargada por el Good Food Institute Europe y publicada en julio, reveló que la mayoría de los consumidores de la UE quieren decidir si consumen carne cultivada después de que los organismos reguladores de la UE la consideren segura para el consumo.
El sondeo de YouGov también muestra que los europeos están mayoritariamente a favor de la venta de carne cultivada «segura». Este apoyo es sólido en Portugal (69%), Alemania (65%), y tanto en los Países Bajos como en Austria (63%), país en el que los funcionarios de agricultura están solicitando la prohibición de la carne cultivada. Además, la nueva carne cuenta con un 62% de apoyo en Dinamarca, un 61% en la República Checa, un 58% en España y un 57% en Bélgica.
Con motivo de la publicación del estudio, Seth Roberts, Director de Políticas del Good Food Institute Europe, declaró: «La carne cultivada debe pasar por uno de los procesos reguladores más rigurosos del mundo antes de estar disponible en la UE. Esta encuesta muestra que los ciudadanos de un amplio abanico de países creen que, una vez aprobada, debería corresponder a los consumidores decidir si quieren comerla o no».