Ante la creciente demanda de productos vegetales, ha abierto Bezmasna, la primera carnicería vegana de Praga.
Situada en el barrio de Letná, la tienda ofrece alternativas cárnicas frescas y de alta calidad en envases reciclables o retornables. Su objetivo es ofrecer versiones vegetales de clásicos checos como el pastel de carne, los embutidos y las ensaladas delicatessen, muchos de los cuales no están disponibles en otros lugares.
Además, los clientes pueden disfrutar de versiones veganas de los tradicionales bocadillos checos («chlebíček»), o pedir uno de los productos ya preparados, como el pastel de carne, en un bollo. Se dice que las alternativas a la carne están elaboradas sin aditivos artificiales nocivos ni ingredientes importados de largas distancias.
«Cambiaremos continuamente nuestra oferta. Los consumidores también pueden esperar menús de temporada y especiales para las fiestas checas importantes», dice Diana Kahleová, cofundadora de Bezmasna. «En el futuro, planeamos establecer una cooperación con restaurantes veganos y no veganos que quieran ampliar su oferta con platos sin carne. Al mismo tiempo, les gustaría acercar sus productos a la gente mediante la distribución a varias tiendas y el catering para diversos eventos.»
Las carnicerías vegetales prosperan
Las carnicerías veganas son un fenómeno de rápido crecimiento en todo el mundo; por ejemplo, la marca de carne vegetal Heura anunció recientemente que abriría una carnicería vegetal itinerante en Francia, tras el cierre de varias carnicerías tradicionales. Por su parte, la carnicería vegana alemana Die Vegane Fleischerei, que ya cuenta con tres establecimientos, lanzó recientemente una campaña de crowdfunding con el objetivo de ampliar su producción. En febrero, la carnicería vegana española El Vegans anunció la apertura de su primera sucursal en Málaga, después de haber abierto locales en varias ciudades catalanas.
Algunas de estas tiendas han suscitado polémica, ya que la población local se opone al uso del término «carnicería» para una tienda vegana o a la utilización de nombres similares a los de la carne para productos de origen vegetal. Pero Nils Steiger, cofundador de Die Vegane Fleischerei, ha rebatido las afirmaciones de que esto confunde a los consumidores.
“Si un cliente quiere comprar algo que sabe a salami, tiene la textura de un salami y el aspecto de un salami, para mí es obvio llamar al producto “salami vegano””, declaró el año pasado. “Si el producto se llamara “palito vegetal”, el consumidor no tendría mucha idea de lo que vendemos”.
