Kamala Harris, la primera vicepresidenta de la historia de los Estados Unidos, es bien conocida por su contribución al bienestar animal y ya ha abogado por medidas nacionales destinadas a reducir el consumo de carne en los Estados Unidos.
Por consiguiente, las elecciones presidenciales de este año tienen el potencial de convertirse en un factor clave para la economía a base de plantas.
En septiembre de 2019, Harris hizo una declaración sobre el problema estadounidense del consumo excesivo de carne, afirmando que se necesita más educación sobre las repercusiones ambientales de los hábitos alimentarios, incluida la consideración de la posibilidad de cambiar la pirámide alimentaria. Fue clara en cuanto a la responsabilidad del gobierno, diciendo que «el gobierno debe hacer más», como informó Newsweek.
En cuanto a las medidas de reducción, Kamala Harris se centra especialmente en la carne roja, que tiene los efectos más fuertes sobre la salud. En 2016, el consumo per cápita de carne roja en Estados Unidos era de unos 24,5 kg, lo que sitúa a la nación en un alarmante cuarto lugar, según los datos del Atlas Mundial. Las medidas de reducción financiadas por el gobierno pueden impulsar el cambio necesario, beneficiando no sólo a la salud humana sino también al bienestar animal.
La aplicación real de estas declaraciones no es segura, pero se puede sospechar fuertemente basándose en el hecho de que tanto Kamala Harris como el nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, han abogado por la defensa de los derechos y el bienestar de los animales. Por ejemplo, en su calidad de Fiscal General de California, Kamala Harris ha defendido varias leyes de protección de los animales, mientras que Joe Biden ha instado al gobierno canadiense a poner fin a su caza comercial de focas, según ha informado la organización de bienestar social The Human Society Legislative Fund
Hablando de una América más sana y de las medidas concretas a tomar, Harris dijo: «El equilibrio que tenemos que encontrar es francamente sobre lo que el gobierno puede y debe hacer en cuanto a la creación de incentivos, y luego la prohibición de ciertos comportamientos.»
