Según The Vegan Society, este 10 de febrero se han cumplido 30 años desde que el veganismo fue reconocido por primera vez por la ley.
El reconocimiento legal de los veganos tiene su origen en el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: el derecho humano a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Este derecho tiene efecto legal en diferentes países a través de tratados internacionales de derechos humanos, incluido el artículo 9 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que se aplica en el Reino Unido.
[perfectpullquote align=»full» bordertop=»false» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]»La protección jurídica de los veganos es digna de celebración»[/perfectpullquote]
El artículo 9 concede un derecho absoluto a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, garantizando que los seres humanos puedan vivir de acuerdo con sus convicciones éticas sin injerencias del Estado.

El artículo también otorga libertad para manifestar la propia religión o creencias, con sujeción únicamente a las limitaciones prescritas por la ley y que sean necesarias en una sociedad democrática en interés de la seguridad pública, para la protección del orden, la salud o la moral públicos, o para la protección de los derechos y libertades de los demás.
Pero «el problema con el veganismo es que el supuesto para aplicar la ley es que todos estamos de acuerdo en que es aceptable utilizar animales», afirma The Vegan Society.
El veganismo ante los tribunales
El 10 de febrero de 1993, el caso de un preso vegano conocido como C.W. planteó por primera vez ante los tribunales los derechos veganos reflejados en el artículo 9. El preso llevó a los tribunales al gobierno del Reino Unido porque le obligaban a trabajar con tintes probados en animales, contraviniendo su derecho a la libertad de creencias.

Al final del juicio, el tribunal no falló a favor de C.W., argumentando que la obra no vulneraba sus derechos. Aún así, según The Vegan Society, este caso se convirtió en un referente para la historia del veganismo porque contribuyó a poner de manifiesto que las creencias veganas entran dentro del ámbito de aplicación del artículo 9. En 2020, este reconocimiento sirvió de referencia para confirmar que el veganismo también está protegido por la ley de igualdad británica.
«El reconocimiento legal del veganismo ha llevado a muchos cambios en las prácticas y políticas a lo largo de los años, lo que ha resultado en una mayor inclusión de los veganos en la educación, el empleo y la atención médica», dice la organización.
La vida compasiva como base moral
Los problemas a los que se enfrentan los veganos en su intento diario de vivir de acuerdo con sus valores van desde el trato injusto inadvertido a la discriminación directa y la exclusión institucional.
El artículo 9 sirvió de base para el caso de Jordi Casamitjana en 2020, que confirmó que el veganismo ético es una creencia filosófica protegida por la ley. Además, una estudiante de Bristol llamada Fiji Willets ganó un juicio contra su universidad gracias al apoyo de The Vegan Society, después de que le dijeran que tenía que cursar un módulo sobre agricultura o suspender el curso.

La Dra. Jeanette Rowley, defensora de los derechos de los veganos, afirma: «Parece absurdo que las personas necesiten solicitar la protección de la ley para ayudarles a evitar participar en la explotación de animales no humanos y protegerles de la discriminación simplemente porque desean practicar la compasión.
«La protección concedida a los veganos en virtud del artículo 9 pone de relieve la situación moral de otros animales y su sufrimiento y arroja luz sobre la protección de la vida compasiva. En un mundo en el que otros animales están excluidos ellos mismos de un marco protector de derechos, la protección legal para los veganos es sin duda digna de celebración.»
The Vegan Society ofrece un servicio de derechos que proporciona información sobre el artículo 9 para apoyar a los veganos que se enfrentan a un trato injusto, discriminación directa y exclusión institucional.