Las empresas europeas de productos cárnicos y lácteos de origen vegetal, derivados de fermentación y cultivados con células obtuvieron 289 millones de euros en inversiones durante el primer semestre de 2024, según un análisis de los datos de Net Zero Insights realizado por el Good Food Institute Europe.
En el mismo periodo, las inversiones europeas en carne cultivada alcanzaron los 45 millones de euros, algo menos de la mitad del total de 106 millones de euros invertidos en este sector a lo largo de 2023. Cabe destacar que una parte importante de estos fondos se destinó a aumentar la producción: la empresa neerlandesa Mosa Meat recaudó 40 millones de euros.
El grupo alemán PHW, inversor desde hace tiempo en proteínas alternativas, fue decisivo en la ronda de financiación de Mosa Meat. Otras inversiones incluyen 3 millones de euros para Innocent Meat, con sede en Rostock, que desarrolla soluciones integrales para el cultivo de carne, y 2,3 millones de euros para Cultimate Foods, productor de grasa cultivada destinada a productos híbridos.

79 millones de euros para el sector vegetal
En el sector de los alimentos de origen vegetal, las empresas europeas atrajeron inversiones por un total de 79 millones de euros en los primeros meses de 2024, atribuibles esencialmente a la captación por parte de Oatly de 393 millones de euros procedentes de dos operaciones en 2023. Aunque el sector vegetal no está experimentando actualmente las enormes rondas de financiación que se vieron hace unos años durante el periodo de auge, las empresas más destacadas siguen obteniendo grandes cantidades. Heura recaudó 40 millones de euros, y THIS recibió 25 millones, por ejemplo.
Es importante señalar en este contexto que la actividad inversora se redujo en todos los sectores en 2023, con la incertidumbre financiera y el aumento de la inflación dando lugar a un descenso del 38% en la financiación mundial de startups en todos los sectores durante el año pasado. Tras la fase de exageración tiene lugar una fase de corrección con una consolidación generalizada que implica un aumento de las fusiones y adquisiciones.
Un informe de enero del bufete de abogados Browne Jacobson predijo que se produciría una mayor consolidación a lo largo de 2024 a medida que continúa la corrección. Por otra parte, un informe de mayo de ProVeg Incubator preveía que esto acabaría reforzando las perspectivas del sector a largo plazo. El documento afirma que la fase de corrección refleja una recalibración saludable y hay motivos para albergar grandes esperanzas de cara al futuro. «La próxima oleada marcará el camino y acelerará aún más la transformación y el crecimiento del sector», afirma ProVeg.

Se necesita inversión pública
El panorama general es que la inversión privada no basta para desarrollar el sector de las proteínas alternativas con la rapidez necesaria para aprovechar su potencial económico y medioambiental, y que también es necesaria la inversión pública en el sector. Una mayor inversión pública permitirá a las empresas producir sus productos más rápidamente a escala industrial y reducir los precios para que sean asequibles y estén al alcance de todos. Además, se pueden mejorar específicamente las características de los productos en términos de valor añadido para la salud, una lista corta de ingredientes y una cadena de valor regional.
Ivo Rzegotta, director de asuntos publicos de GFI Europa, comenta: «Se necesita más financiación pública para seguir mejorando el sabor, la textura y otras propiedades de los productos y para reducir los costes de producción, de modo que estos alimentos sostenibles estén a la par de sus homólogos de origen animal en términos de precio.»