Este miércoles, el Parlamento Europeo celebró su primer debate sobre la carne cultivada, organizado por las eurodiputadas Tilly Metz y Ulrike Müller.
El debate contó con la participación de varios actores clave en este campo, como representantes de GFI Europe, Cellular Agriculture Europe, Mosa Meat y CE Delft. Muchos de ellos destacaron los beneficios de la carne cultivada para la sostenibilidad, así como la necesidad de más financiación.
«Este es uno de los sectores del futuro: tenemos que adoptarlo».
Robert Jones, presidente de Cellular Agriculture Europe y responsable de asuntos públicos de Mosa Meat, invitó a los grupos agrícolas a trabajar con la industria de la carne cultivada para encontrar formas de que los agricultores ayuden en la transición hacia proteínas más sostenibles. Sin embargo, subrayó que la carne cultivada es sólo una parte de una solución más amplia.
El sector puede reducir las emisiones en un 92%
El debate también contó con la presencia de Pelle Sinke, de CE Delft, que realizó la primera evaluación del ciclo de vida del impacto medioambiental de la carne cultivada. Afirmó que el sector podría reducir las emisiones en un 92% en comparación con los métodos actuales de agricultura animal, con el potencial de reducir el uso de la tierra en un 95% y el uso del agua en un 78%.

Carne cultivada en Europa
La UE ya ha prestado cierto apoyo a la carne cultivada, concediendo el año pasado una subvención de 2 millones de euros a Nutreco y Mosa Meat para ayudarles a introducir la carne cultivada en el mercado. Pero muchos creen que no se está haciendo lo suficiente, y afirman que Europa corre el riesgo de quedarse atrás respecto a mercados como Singapur e Israel. El apoyo a la industria ha venido de algunos sectores sorprendentes, con el director general del gigante avícola PHW pidiendo recientemente la aprobación de la normativa.
Algunos países europeos están adoptando posturas progresistas respecto a la carne cultivada, sobre todo los Países Bajos, que han destinado 60 millones de euros a crear un ecosistema nacional de agricultura celular. El país alberga varias empresas de carne cultivada, además de universidades que investigan en este campo. El Reino Unido también está adoptando un enfoque relativamente progresista, y los políticos están estudiando una normativa más ágil para el sector.
«Este es uno de los sectores del futuro: tenemos que adoptarlo. Si se pone a la cabeza de la investigación y la innovación en el sector de la carne cultivada, la UE podría marcar el rumbo del sector y maximizar sus beneficios públicos», afirma Alex Holst, director de políticas del Good Food Institute Europe.